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Migración femenina e incidencias en la crianza: el caso de una población afrodescendiente en México.

Citlali Quecha Reyna es Licenciada en antropología social y hace una investigación cuyo centro es la incidencia de la migración afrodescendiente femenina y su influencia en el ámbito familiar, particularmente en las prácticas de crianza. Dicha investigación es presentada en un breve artículo publicado en la revista Alteridades (2015), y después en Redalyc. A lo largo del artículo nos relata el proceso y resultados de la investigación.

Comienza hablando sobre  los cambios en la organización familiar, explicitando que en ¨… la connotación dada a la migración femeniafrodescendientesna en este caso, es posible advertir la reconstrucción de relaciones familiares ante las nuevas realidades que se deben vivir, aunque esto no signifique de manera necesaria una transformación inmediata en los roles de hombres y mujeres.¨ (Quecha, 2015, p.95), además de que ¨…  la circulación de niños en situaciones que no necesariamente implican el casamiento de la madre con otro cónyuge contribuye a la creación de una red de solidaridad ampliada ya no sólo entre mujeres, sino entre parientes rituales (como pueden ser los compadres) para intervenir en el cuidado de los pequeños frente a la creciente migración femenina.¨ (Quecha, 2015, p.96)

Estas transformaciones en la dinámica familiar y en la crianza de los hijos genera también que la migración femenina influya en las negociaciones en cuanto a los roles de género puesto que ¨ la migración conlleva cambios significativos respecto a los roles y la jerarquía de las mujeres, aunque esto no necesariamente dé como resultado que las diferentes formas de violencia ejercidas en la localidad hacia ellas aminoren.¨ p.101 Aunque¨ …ante la migración femenina los patrones de crianza se ven rearticulados cuando los hombres también deben participar, como ocurre con los hermanos mayores o tíos.¨p.95

Citlali (2015) continúa diciendo que Las remesas enviadas por las mujeres deconstruyen la percepción que se tiene de las mujeres en la comunidad y que ¨El hecho de que ellas también emigren y envíen remesas para los hijos y para el núcleo familiar de origen,descarga (1)

sobre todo para sus propios padres, les otorga un papel relevante. Ya no sólo son aquellas que acompañan al esposo para brindar atención y cuidados domésticos, sino que además forman parte del mercado laboral y, por tanto, tienen injerencia en la toma de decisiones, a pesar de la distancia.¨p.105 De esta manera ¨…ellas pueden mandar instrucciones para el uso del dinero en casos muy específicos, en especial en aquellos relativos al cuidado de sus hijos.¨p.105 y que ¨ …el hecho de saber que las mujeres migrantes internacionales cuentan con “su propio dinero” genera entre las que se quedan algunas reflexiones y cambios en la percepción de la migración femenina¨p.98

Finalmente, hace mención de la percepción de los niños sobre la migración de los padres y madres, sobre lo cual escribe lo siguiente:

¨los padres de las migrantes solteras jóvenes, el hecho de que sus hijas salgan del hogar sin notificación alguna redunda en un estigma, puesto que se ve fuertemente cuestionado el modo de ejercer la autoridad, sobre todo la del padre. En múltiples ocasiones, a las primeras en culpar de las salidas es a las propias madres, en virtud de que se les adjudica el cuidado inmediato de la prole y la transmisión de valores “tradicionalmente femeninos” a las hijas. Estos hechos inciden de manera importante en los niños, particularmente entre los hermanos y hermanas menores. Para estas últimas, el que sus hermanas más grandes hayan decidido irse les genera una sensación ambivalente: por un lado, algunas expresan orgullo y admiración, no sin mencionar cierto grado de preocupación compartida con el resto de la parentela; y por otro, observan este suceso como un acto de “rebeldía” y desobediencia.¨ (Quecha, 2015, p.101)

Y Complementando con que ¨…los niños tienen una opinión compartida con el resto de los hombres de la familia. Para los jóvenes, el que sus hermanas salgan primero es una mala señal. Se pone en cuestionamiento su “hombría”, ya que lo esperado es que sean ellos los primeros en irse. Los amigos y familiares suelen hacer bromas al respecto, diciéndoles que, si llegan a casarse, sus mujeres serán las migrantes y ellos se tendrán que quedar en casa cuidando niños. Este tipo de comentarios son reproducidos por los pequeños.¨p.101

Así, podemos concluir que la migración femenina no solamente tiene efectos en la economía de las familias, sino que también atraviesa los procesos de crianza, las negociaciones  en pareja, y la representación de las mujeres que se tiene en su territorio nativo, generando en los niños y niñas de la comunidad una nueva percepción de lo que significa y representa la migración femenina.

Hombre Lobo

“En noviembre de 1976, la dictadura militar argentina acribilló la casa de Clara Anahí Mariani y asesinó a sus padres.

De ella, nunca más se supo, aunque desde entonces figura en la Dirección de Inteligencia de la Policia de la Provincia de Buenos Aires, en la selección reservada a los delincuentes subversivos.

Su ficha dice:

Extremista.

Ella tenia tres meses de edad cuando fue catalogada así.”[1]

Eduardo Galeano

[1] (Galeano 2016)

INTRODUCCIÓN

Este ensayo nació en 3 momentos. El primero ocurrió en la universidad cuando hicimos un círculo de discusión en la materia de Teoría de Grupos con el profesor Isaí Soto y el tema a discusión fueron los ataques terroristas del viernes 13 de noviembre del 2015 en París. Como “buenos” universitarios fuimos políticamente correctos y nos dejamos llevar por lo que nos demanda decir la academia, las participaciones iban y venían con diferentes posturas y críticas que iniciaban con una condena por demás disfrazada de eufemismos, otros compañeros menos informados recordaban el patético acto de solidaridad que se viralizo en Facebook, pero lo que todos compartimos incluso el profesor Isaí era que en nuestros discursos, en nuestras miradas, en nuestro sentir y pensar teníamos miedo. El segundo momento fue el último libro que me ha comprado mi bienquerida madre  “La nueva lucha de clases” del filósofo esloveno Slavoj Žižek, un libro que me cautivó desde el principio por su contundencia, por su capacidad para hacerme reflexionar, para generar una crítica pero en el buen uso de la palabra, no aquellas críticas que solo vociferan ofensas, perjurios y tratan de desestimar al otro, sino que es la elaboración de un criterio que no es otra cosa que un juicio con argumentos. En este libro Žižek sentencia como los ataques terroristas del viernes 13 de noviembre del 2015 en París nos recuerdan el mundo violento que se vive fuera de la “cúpula”[1], esta cúpula es la que resguarda a los países catalogados como “países de primer mundo”, y que dichos ataques deben condenarse sin paliativos, condenar el acto por el acto mismo, dejando a un lado la historia detrás de los actores, porque esa historia solo sirve para aminorar la culpa del victimario y busca la empatía de la sociedad, pero no justificara nunca el acto violento del terrorismo. Aquel fatídico 13 de noviembre en París es un hecho constante en la vida de los países del tercer mundo como el nuestro. El tercer momento ocurrió en un café del centro de Querétaro cuando el doctor Gregorio Iglesias compartió su ponencia “El mercado y sus violencias pertinaces cotidianas, polimorfas” en dicho escrito el doctor Gregorio definió la violencia de la siguiente manera “la violencia es rebasar los limites” y esta definición me hizo pensar sobre por qué se rebasan los límites y cuáles son.

A partir de estos 3 momentos nació en mí una inquietud, una interrogante que no sé si quiera saber la respuesta acerca de qué es lo que genera la violencia. De algo puedo estar seguro es que es un sentimiento ambivalente porque siento miedo, pero también siento coraje al leer, al escuchar y al ver actos de violencia. Para el ENEPS2017 (Encuentro Nacional de Estudiantes de Psicología Social) escribí un poema en el cual pensé al hombre como analogía del fuego, a un hombre violento, pero cálido, que puede otorgar cobijo, pero también daño, pero que no siempre fue así.

utopías, zapatos, ideologías y flores

que quemas cuando abrazas

porque cuando amas, matas

pero sabemos que no siempre fue así

nos hemos acostumbrado

hemos aprendido a temerte

huimos de ti

y te invocamos para destruir

al principio éramos amigos

deslumbraste a la oscuridad

me defendiste del frío

nos sentábamos a lado uno del otro

quemas y no sabes que quemas

incendias aquello que anhelas

tienes miedo de ti

estas perdido en la humareda

DESARROLLO

En el reino animal impera la ley del más fuerte, el poder se ejerce por aquel que es más grande, por aquel de colmillos y garras más afiladas, por aquel que es más veloz en la relación depredador-presa. Cuando el león acecha a su presa lo hace sigilosamente y con prudencia, cuando el ciervo se percata de su presencia corre despavorido logrando alcanzar y en ocasiones rebasando la velocidad natural que se le otorgo, pero que no fue suficiente, el león alcanza a su presa, la inmoviliza con sus fuertes garras, coloca su peso encima de él y con una fatal mordida en el cuello le provoca la muerte. Este acto en perfecta sincronía que acontece en la naturaleza se puede considerar a todas luces agresivo, pero estaríamos equivocados si lo llamaremos violencia, porque como lo menciona el profesor Gregorio Iglesias “el mundo de lo vivo, al menos el de los vegetales y los animales, es el de la agresividad, de las agresiones, pero sólo el mundo humano es el de la violencia.”[2]

Siguiendo con la analogía entre el mundo animal y el mundo humano no puedo dejar de lado la ineludible referencia a la aseveración del filósofo inglés Thomas Hobbes en su obra el Leviatán acerca de la caracterización de la naturaleza humana “el hombre es un lobo para el hombre” Estoy de acuerdo con Hobbes en el sentido metafórico, pero si le quitamos el sentido metafórico y lo colocamos en sentido literal estaría en desacuerdo, porque los lobos pertenecientes al mundo animal agreden pero no cometen actos de violencia[3]. Si algo aprendí del entrañable libro “El libro de las tierras vírgenes” de Rudyard Kipling fue que cuando el sabio y afable oso pardo Baloo le enseñaba la ley de la selva al cachorro humano Mowgli este debió aprender un poco más y quizá nosotros también debamos de aquella ley de la selva. Mowgli aprendió “las palabras mágicas de la selva” que dictan así “Tú y yo somos la misma sangre”[4], de esta manera el cachorro humano aprendió a reconocer a sus semejantes. El mundo humano ya no ve al otro a los ojos y cuando rara vez sucede que la mirada encuentra un depositario en el otro no logra reconocerlo. A esta indiferencia es a la que Silvia Bleichmar denomina la banalidad del mal[5]. Porque la mirada solo ocurre cuando el otro también me ve, y ojalá un día no vea un hueco en dónde deberían estar los ojos.  Algunos tienen los ojos blancos  debido a la ceguera voluntaria que padecen, esta ceguera es particular porque es una ceguera que siempre ve, pero que no hace nada, lo único que hace son actos patéticos de solidaridad, pero al estar de frente con el otro en el momento preciso es como si no se estuviera, se abandona al otro porque no se le reconoce, se le violenta porque no importa, se mata porque no significa.

Siempre que se hace referencia a Thomas Hobbes acerca de este hombre lobo, se le contradice inmediatamente con la idea de Jean-Jacques Rousseau en el Contrato Social donde sostiene que “el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad es quien lo corrompe”. Nuestro hombre lobo de Hobbes ahora está inmerso en la cultura, rodeado de otros que lo sujetan y lo hacen sujeto. Sujeto a las normas, a las leyes, a las relaciones de poder, a los micro poderes, a las jerarquías, a las vigilancia que se llevan a cabo por el panóptico de Bentham[6], nuestro actuar ya está escrito en un manual de buenas costumbres, sospecho sin temor alguno a equivocarme que ellos, como Dios condenan lo que ignoran. Cohabitamos en un mundo donde las dicotomías nos rigen, porque estamos regidos por una sociedad de doble moral. “Ahora bien, una sociedad que admite esa doble moral no puede pasar de una cierta medida, muy limitada, en materia de «amor a la verdad, honradez y humanidad»”[7] Las dicotomías que puedo esclarecer en esta doble moral  son las siguientes y van formando una cadena de significantes: hombre-cultura, hombre-perverso, deseo-insatisfecho, sofocación-reproducción, reproducción-moral, desenlace-perverso, sofocación-nerviosismo, abstinencia-matrimonio, sublimación-cultura, malestar-obediencia, angustia-muerte. Una cadena dicotómica que sujeta al hombre con estas cadenas va creando para él una jaula cuya puerta está abierta por la mañana y por la noche, pero él se aferra, abraza sus barrotes, es una jaula que otros y a veces nosotros mismos limpiamos porque no permitiríamos que un hombre viviera ahí, la vida es una paradoja.

El hombre es la palabra que dice, es la cultura y la cultura es el hombre, es lenguaje creado por la mente y es la mente expresada en el lenguaje, es lenguaje que permite la comunicación, la comunicación es palabra y la palabra es el hombre, y es a través del discurso que se hace evidente un mal-estar en la cultura, y la cultura en lo social y lo social como referencia a la existencia de Otro, que se me presenta como objeto, como rival o modelo ¿De dónde proviene el mal-estar? De adentro, de una insatisfacción, de un sufrimiento del cuerpo por un retraso de sus necesidades biológicas, porque nuestro cuerpo es tan solo un animal que hemos aprendido a domesticar. Por más mal-estar que nos provoque la sociedad no podemos vivir sin ella, tenemos “un sentimiento de atadura indisoluble, de la copertenencia con el todo del mundo exterior.”[8] No sería posible el devenir de la subjetividad sino es a través de este mal-estar. Una vez establecida el génesis de la subjetividad, debemos celebrarla, porque aquellos que quieren ser objetivos, mienten, quieren ser objetos, para salvarse del dolor, son aquellos a los que les queda lo que Richard Sennet denominó “fatiga de la compasión”[9] son hombres grises que han perdido la capacidad de respuesta ante el sufrimiento, ante un sufrimiento que es provocado por el mismo hombre a través de actos de violencia ¿A qué se debe la fatiga? A la repetición de acontecimientos traumáticos; por un lado ante los desastres naturales aún existe una respuesta como la que se esperaría y su efecto inmediato son movilizaciones de solidaridad porque los terremotos, huracanes e incendios ocurren de manera abrupta y natural, contrario a lo que sucede con ataques terroristas, asesinatos, actos de discriminación, desapariciones; que ocurren cuando el humano rebasa los límites, ante estos actos violentos, ya no hay respuesta porque nos hemos acostumbrado a que ocurran como nos acostumbramos a que el sol emerja por la mañana o a que la luna brille por las noches, y he ahí la raíz del problema, el habernos acostumbrado sin cuestionarnos, simplemente lo hacemos porque así ha sido siempre. Nuestro punto de partida será no el de una esperanza sino el de aceptar que esta vez quizá no la haya, porque de hacerlo sería aceptar que lo está ocurriendo siempre ha ocurrido y siempre ocurrirá, y no es así no debemos acostumbrarnos y por eso no debemos esperar a que otro sea el mesías, quizá esta vez tengo que ser yo. Esto suena utópico pero las utopías sirven para caminar como nos recuerda Eduardo Galeano y caminar ya es un acto. Pero debemos actuar no de manera desenfrenada y sin escrúpulos, antes debemos pensar de manera crítica, aceptar las consecuencias y crear un plan.

CONCLUSIÓN

El hombre lobo de Hobbes es corrompido por la sociedad de Rousseau, ¿quién es la víctima en esta relación? Podríamos pensar que es el hombre lobo, pero recordemos que estos discursos que lo atraviesan y lo corrompen también son aquellos que lo constituyen que lo hacen ser lo que es, el hombre lobo deviene de su historia de vida y su vida es la sociedad.[10] El hombre lobo conoce bien la frase de Jean-Paul Sartre “el infierno son los otros” pero a pesar de todo nos negamos a morir, porque es mejor amar y morir a su lado, que nunca haber amado por miedo a sufrir porque nuestro ya querido hombre lobo también leyó en un libro la siguiente cita “Cada uno había creado un infierno para el otro, pese a que se querían”[11]

La violencia se genera por la ignorancia y por la intolerancia, y nos permite repensar significaciones acerca de quiénes somos y lo que hacemos, de lo que sentimos y pensamos. Debemos reconocer al otro, reconocer que es diferente a mí, y buscar encuentros que alegren nuestra vida desde la diferencia,  verlo a los ojos y en esos ojos mirarnos a nosotros mismos, debemos condenar los actos de violencia sin paliativos ni eufemismos. Una solución sería luchar por una solidaridad global, porque “el poder, y con él la violencia, es pensado por Foucault como una categoría relacional, y frente a ellos siempre existe la posibilidad de resistencia”[12]. La resistencia a través de pequeños actos que cambian al mundo, son pequeños actos como sonreír, pasear a tu perro, reír con un amigo, abrazar a tu abuelo, cocinar, bailar, terminar un libro y comprar otro, compartir, besar, pensar, jugar futbol, nadar, ver el mar, escuchar un cuento, escribir un poema, celebrar el triunfo de tu equipo favorito, acabar un ensayo.

[1] (Žižek 2016)

[2] (L. G. Sahagún 2015)

[3] (L. G. Sahagún 2015)

[4] (Kipling s.f.)

[5] (Bleichmar 2002)

[6] (Foucault 2002)

[7] (Freud 1908)

[8] (Freud, El malestar en la cultura (1930 [1929] ))

[9] (Bleichmar, Los modos del sufrimiento que nos aquejan 2008)

[10] (Vincent, Marquez y Ruiz 2005)

[11] (Kundera 1984)

[12] (Sahagún, Violencia 2015)

Bibliografía

Bleichmar, Silvia. 2008. «Los modos del sufrimiento que nos aquejan .» En Subjetividad en riesgo: herramientas para su rescate, de Silvia Bleichmar, 125. Buenos Aires: Noveduc.

—. 2002. Dolor país. Buenos Aires : Libros del Zorzal.

Žižek, Slavoj. 2016. «El doble chantaje.» En La nueva lucha de clases, Los refugiados y el terror, de Slavoj Žižek, 11. Barcelona: Anagrama.

Foucault, Michel. 2002. «Disciplina, El panoptismo.» En Vigilar y Castigar, de Michel Foucault, 180-211. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.

Freud, Sigmund. 1908. «La moral sexual «cultural» y la nerviosidad moderna.» En Obras Completas, de Sigmund Freud. Editorial Amorrortu.

Freud, Sigmund. (1930 [1929] ). «El malestar en la cultura.» En Obras Completas, de Sigmund Freud, 66. Editorial Amorrortu.

Galeano, Eduardo. 2016. «La peligrosa.» En El cazador de historias, de Eduardo Galeano, 90. Ciudad de México: Siglo XXI Editores.

Kipling, Rudyard. s.f. El libro de las tierras Vírgenes. Bógota: Circulo de Lectores.

Kundera, Milan. 1984. «El alma y el cuerpo.» En La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera, 81. Tusquets Editores México.

Sahagún, Luis Gregorio Iglesias. 2015. «Violencia.» Eidolón 23.

Sahagún, Luis Gregorio Iglesias. 2015. «Violencia.» Eidolón 22.

Sahagún, Luis Gregorio Iglesias. 2015. «Violencia.» Eidolón 21.

Vincent Gaulejac, Susana Rodriguez Marquez, y Elvia Taracena Ruiz. 2005. «Historia de vida: entre sociología clínica y psicoanálisis.» En Historia de vida, Psicoanálisis y Sociología Clínica, 19-44. EDICIONESUAQ.

 

Daltonismo

INTRODUCCIÓN

Son ellas o son ellos, desde cómo nos dirigimos al hablar supe que iba a ser complicado escribir sobre los muxes. Pero, por qué es tan complicado, lo es porque mi pensamiento es binario[1] porque divido el mundo en dos, en pares a veces complementarios otras tantas contradictorios, pero no creo ser el único al que se le complica y piensa como yo. Asumiendo esto también creo que cuando conocemos algo nuevo lo primero que hacemos es identificar que es por medio de lo que no es, lo caracterizamos, lo definimos y lo nombramos, hacemos una interpretación sobre otra interpretación. (hermenéutica de la cultura)[2] Nuestros vastos conocimientos sirven como canaletas que conducen información nueva y por lo tanto desconocida desde el tejado hasta caer un unos grandes recipientes que guardan conocimientos establecidos que nos permiten andar y comprender solo un poco el mundo. Por ejemplo, tenemos un recipiente que lleva por etiqueta “hombre”, tenemos otro que lleva por etiqueta “mujer” y lo que voy conociendo sobre los muxes en lugar de caer por la canaleta desciende en forma de lluvia. Unas gotas caen en el recipiente de hombre, otras en el de mujer, algunas en lo masculino, otras en lo femenino, y unas gotas distraídas han caído en un pedacito de tierra fértil en donde un brote se vislumbra.

Advierto que lo que escriba sobre los muxes es solo una forma de muchas, que durante mi escritura espero darme cuenta de mis prejuicios antes de imprimirlo, pero lo importante sería después de hacerlo y que quienes lo leyeran también lo hicieran. También me gustaría advertir que lo poco que logre comprender sobre lxs muxes será a partir de la exotopía[3], es decir, no confundir compresión con empatía sino ver y hallarse desde “afuera”, porque confieso mis límites y mi realidad ajena a ellxs.  Por último quisiera decir que he decidido hacer uso de la “x” para referirme a los muxes porque creo que ellxs no se identifican como hombres, y tampoco son ni pretenden ser mujeres, ellxs son muxes.

DESARROLLO

Al este del estado de Oaxaca en México existe una zona montañosa por el lado oeste, pero con planicies en el este. Su nombre significa “Cerro de las Fieras” en náhuatl[4]. El Itsmo de Tehuantepec es una región que comprenden los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz. En el itsmo esta concentrada la comunidad muxe, personas que nacieron con el sexo masculino, pero que performan normas y costumbres asociadas a lo femenino, ellxs se asumen e identifican como muxes.

Juchitán es una ciudad en el sureste del estado de Oaxaca, en donde habitan hombres, mujeres y muxes. Los hombres visten pantalones, camisas y pantalones, no se maquillan y son heterosexuales. Las mujeres usan faldas, vestidos y maquillaje, y son heterosexuales. Los muxes usan pantalones, camisas, faldas y vestidos, se maquillan o no, y son homosexuales. Los muxes no pretenden ser mujeres, y eso descoloca porque se cree que solo son hombres transvestidos y homosexuales, o que no son mujeres de verdad, y de aquí a que entendemos como ellxs no entran en nuestro orden binario hombre/mujer, ellxs ya vivieron sus vidas siendo ellxs, porque en Juchitán las mujeres son mujeres, los hombres son hombres, los gays son gays y lxs muxes son muxes.

Al ser ante los ojos de los otros, hombres tranvestis homosexuales han padecido de discriminación, porque desde pequeños ellxs sabían cómo eran y viven conforme ellxs son. Eso suena sencillo y creo que debería serlo, pero no es así, fuera de Juchitán y aún en resquicios de este la discriminación y la violencia persiste, sus testimonios[5] están acompañados de risas y chistes, pero también de momentos tristes y dolorosos, ellxs hablan como durante su vida han sufrido insultos, no han recibido apoyo por parte principalmente de sus padres, pero por otra parte han estado acompañados de sus amigos y también de sus madres.

Lxs muxes son muchos y son variados, hay muxes que deciden maquillarse, usar vestidos y tacones, hay quienes no usan nada de lo anterior, otrxs quieren casarse, y muchos otrxs no consideran esa opción, algunxs han sido engañados por sus parejas, otrxs ya llevan varios años de relación con su pareja varón.

CONCLUSIÓN

Lxs muxes tienen sueños, quieren ser libres, algunxs quieren no ser juzgados, que sus padres lxs acepten y lxs quieran como son, poder ser reinas, rebeldes, sin miedo, respetadxs. No existe una sola forma de ser muxe, pero creo que si hubiera alguna “regla” invisible entre lxs muxes, sería “Se quien eres”. Se quien eres a pesar del miedo, a pesar de la humillación, porque en el camino también habrá sonrisas y cariño, emanarás amor de tu experiencia y a partir de tu testimonio harás que un joven se cuestione sus formas binarias de pensamiento, que recuerde que él también fue insultado por no cumplir con los cánones de hombre, por acercarse más a lo femenino que a lo masculino. Quizá el mundo esta fracturado y se ha divido en un montón de pedazos que buscan su recuento a partir de las diferencias, será una transición lenta cómo la de las estalactitas y las estalagmitas. Quizá algún día no sea complicado pensar otra forma, fuera de lo establecido, quizá algún día lxs muxes no tengan miedo, quizá algún día el brote se haya vuelto flor y la flor lo haga en jardín sobre tierra fértil y gracias a la lluvia que no sigue canaletas ni el flujo de una corriente, sino que cae caóticamente sobre el jardín para que se expanda en miles de colores que podamos apreciar por las veredas montañosas y por las planicies, dejemos de ser daltónicos y miremos los colores.

Trabajos citados

Giménez, G. (2005). Problemas metodológicos. En G. Gímenez, Teoría y Análisis de la Cultura (págs. 139-161). D.F.: Conaculta.

Guattari, F. (1996). Acerca de la producción de la subjetividad. En F. Guatarri, Caosmosis (págs. 11-46). Buenoas Aires: Manantial.

Islas, A. (Dirección). (2005). Muxes: auténticas, intrépidas y buscadoras de peligro [Película].

Tehuantepec, I. d. (s.f.). EcuRed. Obtenido de EcuRed, Conocimiento con todos y para todos: https://www.ecured.cu/Istmo_de_Tehuantepec

 

Construcción del significado de ser adulto

Construcción del significado de ser adulto

Autora: Jessica Mejia Nabor

Asesora: Patricia Westendarp Palacios

Resumen

Esta ponencia muestra los resultados parciales de una investigación realizada en el estado de Querétaro, en la cual se hizo un recorrido sobre la construcción social e histórica del concepto de adultez. Las definiciones encontradas señalan características que se han vuelto la norma para ser adulto, sin embargo, en el siglo XXI, se están reconfigurando sus significados ya que existen tensiones entre ser adulto tradicional y ser joven, creando así nuevas formas de ser adulto.

Palabras clave: Adultez tradicional, adultocentrismo, construccionismo social, otras formas de ser adulto, significado.

Introducción

Dentro de la sociedad se dice que el adulto es la persona que tiene una madurez tanto física como psicológica que le permite tener responsabilidades y obligaciones (económicas, sociales, familiares, entre otras). Existen diferentes teorías que hablan sobre las etapas de la edad adulta, que biológicamente va de los 30 a los 40 años de edad. Éstas explican que un adulto es alguien estable que tiene como prioridad un matrimonio, trabajo e hijos y socialmente se concentra en el trabajo, la política y su responsabilidad jurídica.

Además, bajo una lógica de consumo, se ha propiciado prolongar la juventud y están surgiendo a los que llaman “chavo-rucos”. Personas entre 25 y 40 años que pareciera se comportan como adolescentes y no siguen los estándares de adultez, pero que son independientes, tienen responsabilidades y obligaciones económicas que un adolescente no tiene.

Sin embargo, no todas las personas que transitan la adultez se encuentran en una visión o en la otra, sino que avanzan de maneras diferentes, generando así, otras formas de ser adulto. Por lo tanto, el objetivo de esta investigación fue conocer cómo se construye el significado de ser adulto en personas de 25 a 40 años de edad que no cumplen con los estándares establecidos desde una visión tradicional de adultez.

Adultez y adultocentrismo

La definición de la Real Academia de la Lengua dice que ser adulto es cuando la persona alcanza la plenitud de crecimiento o mayor grado de perfección. A partir de una búsqueda en distintas disciplinas como la psicología, la sociología y la etimología, Adam (1970) menciona las características que debe tener un adulto: ser reconocido favorablemente en sociedad, tener un estatus laboral estable, ser responsable, independiente y tener madurez social. Esta última implicaría ser activo y productivo en sociedad.

Además, Duarte (2016), a través de un recorrido histórico, describe cómo se ha construido la imagen del adulto como aquello que es deseable, perfecto y que todo individuo debe alcanzar. Define al adultocentrismo como

Una categoría de análisis que designa un modo de organización social que se sostiene en relaciones de dominio entre aquello que es forjado como adultez, impuesto como referencia unilateral, respecto de aquello que es concebido como juventud (también niñez y adultez mayor). (…) [Sujeto] en función del deber ser, de lo que ha de hacerse y lograr, para ser considerado en la sociedad, según unas esencias delimitadas en el ciclo vital (pág. 44).

Por otra parte, Sánchez (2007) menciona que en las nuevas generaciones, las personas de 25 a 35 años que se encuentran transitando la adultez, se están preocupando cada vez más por sí mismas y cuidar su imagen se ha convertido en algo esencial para tener éxito dentro de la sociedad. Estas personas viven en un sector socioeconómico medio alto ya que les permite tener un alto nivel de compra que utilizan en ellos mismos y adoptan una forma de vida individualista y consumista. Toman como una imposición el tener que ser un ejemplo a seguir, o ser una autoridad, para otras generaciones. A partir de esto, se aspira prolongar la juventud con la esperanza de evitar dicho conflicto. Desde una lógica de mercado se les ha catalogado como “chavo-rucos” o “adultescentes” ya que se les atribuyen aspectos retomados de una visión tradicional de juventud, como: la irresponsabilidad, el seguir en la escuela, no independizarse de los padres, etcétera.

Moreno (2012) considera que los adultos tienen como principales preocupaciones la imagen, el individualismo y el consumismo que se convierten en esenciales para obtener éxito tanto personal como socialmente. Descubre que las personas que no desean asumir la adultez son

Evasivos frente a la responsabilidad y toma de decisiones, a la vez que añoran la etapa de la adolescencia; teniendo en cuenta que algunos tuvieron que asumir una posición adulta desde muy jóvenes, así mismo quisieran ser menos rígidos en el papel de profesionales, padres y adultos (pág. 44).

El autor señala que existe una mirada negativa hacia la adultez pues los individuos sienten que les ha sido impuesta; para ellos es una carga el tener que ser un ejemplo a seguir de las generaciones más jóvenes. En contraste ven la adolescencia con nostalgia al no tener responsabilidades ni pérdida de la vitalidad o la salud.

Pero es importante considerar en qué medida afecta el contexto actual en el camino para que una persona de clase media se trasforme en un adulto tradicional o tenga un estilo de vida que llevan los “adultescentes”. Desde la instauración del neoliberalismo en México, los trabajos son cada vez menos estables y las vidas se han vuelto más precarias (Bourdieu, 1988). Consecuentemente, en la mayoría de las ocasiones, no es posible para una persona el mantener una casa y/o tener una familia propia, por lo cual muchos optan por no salir de la casa de sus padres, seguir estudiando después de concluir una licenciatura, no tener hijos, entre otras situaciones.

Otro aspecto a tener en cuenta es la juventud, considerando que es la etapa que el adulto estaría intentando prolongar. Bourdieu (1990), describe que existe una lucha entre las generaciones de mayor edad y las más jóvenes. Esto debido a que los jóvenes podían pretender la sucesión al poder de los adultos. De la misma forma, los jóvenes representaban al adulto una etapa en la que podían hacer más cosas físicamente, por ejemplo, el deporte ya no era lo mismo para las generaciones mayores. En este sentido, el adulto llegaba a pensar que se estaba quedando atrás al no poder hacer cierto tipo de cosas que conllevaban mayor energía física.

Este autor menciona que la juventud no es algo dado, sino que es algo que se ha construido socialmente debido a esta lucha entre jóvenes y viejos. De esta manera se ha constituido un referente en cuanto a lo que se le atribuye a un joven, como la irresponsabilidad, el cabello largo, andar en motocicletas o estar en la escuela rodeado de más jóvenes.

En este sentido, aquellos que logran prolongar su estadía en la escuela, podrían prolongar también su juventud. Esto es alcanzado en su mayoría por la población burguesa, ya que, al contrario de las clases populares, pueden pagar con mayor facilidad la escuela.

Alpízar y Bernal (2003) mencionan que la juventud es el momento cronológico en el que una persona adquiere los valores y habilidades que la llevarán a una vida adulta productiva. De esta forma, se prepara para el mundo del trabajo, el matrimonio y la paternidad.

La juventud es concebida como un “status” que se adquiere a través de la adecuación de los individuos a determinadas actividades socialmente definidas. Desde este punto de vista, podrían haber personas cronológicamente jóvenes pero que, no obstante, no desarrollan su juventud; o bien, adultos que desarrollan comportamientos típicamente juveniles (pág. 6)

Performatividad

A partir de lo anterior, resulta significativo hablar sobre la performatividad que es un concepto retomado desde la teoría de Judith Butler y que permitió ver cómo se representan las cuestiones de género y generaciones dentro de la adultez.

Este concepto consiste en la argumentación de que la esencia de género es una apariencia que se ha construido a través de actos corporales reiterativos. La performatividad actualiza normas desde la repetición y regulación de estos actos. Para Butler, la performatividad “debe entenderse como la práctica reiterativa y referencial mediante la cual el discurso produce los efectos que nombra. (…) Ese poder reiterativo del discurso para producir los fenómenos que regula e impone” (1933, pág. 34).

Cabe destacar que al hablar de performatividad no se trata de actos que las personas elijan o no hacer, sino que es a partir del discurso y la reiteración que éstos se producen, el hecho de que “esta reiteración sea necesaria es una señal de que la materialización nunca es completa, de que los cuerpos nunca acatan enteramente las normas mediante las cuales se impone su materialización” (Butler, 1933, pág. 18). Por lo tanto no se puede decir que las personas deciden un día ser jóvenes y otro ser adultos, sino que a partir de sus actos se ven como uno u otro.

También, se puede pensar que las nuevas generaciones no están obedeciendo a las expectativas o los discursos que se han dicho sobre lo  que debe hacer un adulto, sino que transitan la adultez de formas diferentes. En este sentido, un hombre adulto con pareja puede elegir ser quien cuida la casa y la mujer puede ser proveedora; el adulto puede elegir no tener familia, puede no querer tener un trabajo estable o puede seguir estudiando.

En consecuencia una persona que biológicamente está en la adultez, pero que performa como un joven, puede encontrarse en confusión, cuestionándose si es adulto o es joven y viceversa. Al tener características de los dos grupos etarios y situarse en un punto medio, es donde hemos encontrado tensiones en las formas de ser adulto.

Con lo anterior, se encuentran cambios en lo que se ha constituido como lo adulto, no todas las personas que transitan la adultez se mantienen en la visión tradicional o en la visión de “chavorruco”; también pareciera que se está desdibujando la línea entre lo que se ha construido sobre lo que es ser joven o ser adulto. A partir de esto las personas avanzan de maneras diferentes y se están generando otras formas de ser adulto.

Método

De acuerdo a lo antes mencionado, el objetivo fue conocer cómo se construye el significado de ser adulto en personas de 25 a 40 años que no cumplen con estándares establecidos desde una visión tradicional de adultez. Se utilizó la metodología cualitativa y el método lingüístico para el análisis de los resultados.

Para el acercamiento a campo, se diseñó y aplicó una entrevista semiestructurada a 12 personas de entre 25 y 40 años con los siguientes criterios:

            Que tuvieran:

  • Entre 25-40 años. Ya que es la edad en la que el adulto se encuentra en su mayor plenitud teniendo estabilidad laboral, madurez social y una familia propia (Monreal, Marco, & Amador, 2001).
  • Trabajo. Desde una visión de adulto tradicional, se piensa que la persona de esta edad ya tiene un trabajo estable y que es, además de la crianza de los hijos, una de sus principales motivaciones (Monreal, Marco, & Amador, 2001). Desde la perspectiva de “adultescente” se dice que el adulto que se encuentra en esta etapa, pero que no tiene una familia propia, es individualista, consumista y se preocupa sólo por su imagen (Sánchez, 2007). Sin embargo, nos cuestionamos si, a partir de que la vida se ha vuelto más precaria debido a las políticas neoliberales, un adulto puede aspirar a tener un trabajo estable y si éste se encuentra en sus principales motivaciones.
  • Licenciatura terminada. Oliveira y Mora (2008), al igual que Bourdieu (1990), consideran que es más fácil prolongar la juventud para una persona que ha seguido con sus estudios hasta terminar la licenciatura. Igualmente, es importante considerarlo ya que al terminar la licenciatura se puede seguir en un ambiente universitario con posgrados.

Que no tuvieran:

  • Casa propia o se encuentre pagándola. Oliveira y Mora (2008) mencionan la importancia que tiene el independizarse de casa de sus padres para que una persona pueda pasar a la adultez. En este sentido, al no tener una casa propia o estable, podría regresar a casa de sus padres.
  • Ni quisiera hijos ni matrimonio: Ya que tanto del hombre como de la mujer, se espera que en esta etapa esté criando a sus hijos y se dice que es una de sus principales motivaciones (Alpízar Díaz, 2005).

Los entrevistados firmaron un consentimiento informado en el que se les mencionó la confidencialidad de sus datos personales y las entrevistas duraron alrededor de una hora.

El acercamiento a campo fue realizado en dos fases. En un primer momento se entrevistaron a cuatro personas de 30 a 35 años y a una de 40. A partir de los resultados obtenidos en donde los entrevistados mencionaron que se cuestionaron la adultez a partir de los 25 años, se entrevistó a cuatro personas de 25 a 29 años y a cuatro de 35 a 40 años con el fin de ahondar en esta población.

Resultados Preliminares

De los 12 entrevistados:

  • Solamente 3 se consideran adultos, otros 3 se consideran jóvenes y el resto se sienten confundidos entre ser adultos o ser jóvenes.
  • 3 de 25 a 29 años, quisieran tener hijos y/o matrimonio en, por lo menos, 10 años; el resto no lo desea en ninguna etapa de su vida.
  • 3 rentan departamento y el resto sigue viviendo con sus padres.
  • Todos mencionan que les gustaría ganar más dinero para poder cumplir sus metas (viajar, regresar a la escuela, salir de la casa de sus padres, comprar un auto, tener un negocio propio, ente otras).

Sobre los significados de ser adulto

Los entrevistados significan la adultez a partir de la libertad o independencia que tienen para hacer las cosas y de la madurez, la cual es tomar las decisiones correctas para cada uno de ellos.

Adultez tradicional

Ven al adulto como una persona seria, madura,  no tiene tiempo de ocio, es alguien que sabe comportarse y es consciente de lo que hace, no tiene permitido fallar, es completamente independiente, tiene casa propia, tiene uno o dos hijos y matrimonio. Tiene muchas responsabilidades y muchas preocupaciones.

“Una persona con estabilidad económica, empleo formal o tal vez un negocio, con familia, con hijos, con responsabilidades pues ya de formar un patrimonio y una persona que se dedica a eso a vivir para no sé, tener hijos, mantenerlos y educarlos” (Fabián).

“Una persona que tiene muchas, muchas, muchas, muchas, muchas, muchas, muchas, muchas pero muchas responsabilidades y pocos gustos y pocos placeres, sí mucha responsabilidad, mucha restricciones para pedir ayuda” (Sandra).

Otras formas de ser adulto

Para ellos ser adulto no es lo que la gente espera, sino lo que ellos van creando. En este sentido buscan tener un trabajo que no sea monótono, conocer cosas nuevas, seguir formándose académicamente, no tienen tantas responsabilidades y su prioridad no es tener hijos ni casarse sino el cuidado de sí mismo y viajar, que es algo muy importante que pueden hacer como adultos.

  • “A pesar de que yo soy un adulto, por la edad, no me considero como tal adulto. O sea, ni joven tampoco. Porque no tengo tantas responsabilidades, no tengo tantos compromisos” (Mario).

Expectativas de ser adulto o adulta

Al preguntar a los entrevistados si existe alguna diferencia entre lo que se espera de una mujer adulta y un hombre adulto, todas las mujeres respondieron que sí de manera automática, por otra parte, solamente dos hombres reconocieron que ésta existe, sin embargo les costó ejemplificarlos.

Principalmente se espera de un hombre adulto que se case y que trabaje para mantener a su familia.

“De un hombre, pues qué se espera. Que ya tenga una familia y que sea el pilar. Que sea el que mantiene. Entonces yo creo que si en este punto yo creo que no hay nadie que diga “ah pues sí una familia de adultos ahorita, sí donde la mujer trabaja y el hombre cuida a los hijos”, yo creo que todavía no hay alguien así… o sea sí a lo mejor hay gente que piensa así o que no lo ve mal, pero yo pienso que sigue, en nuestra sociedad sigue habiendo mucha gente que espera que todo sea como ha sido desde siempre que la mujer esté en la casa cuidando a los hijos y el hombre trabajando” (Raúl).

De una mujer adulta se espera que se case o mínimo que tenga pareja lo antes posible para empezar a tener hijos, ella debe querer tenerlos. Además, que tenga una buena imagen y, en caso de que trabaje, se le exige más en cierta medida.

“He visto mucha justificación hacia ciertas actitudes de los hombres que no hay para mujeres. Repito yo pensando que ya como civilización habíamos avanzado, de repente ves cada revés que dices “híjole qué mal plan”, pero sí es mucho más aceptable un hombre soltero a esta edad o más grande, por ejemplo, pongamos un lapso 30-35, es mucho más aceptable un hombre soltero que una mujer, mucho más aceptable un papá soltero que una mamá” (Sandra).

“Sí se espera la típica fórmula la casa, la camioneta, los hijos, el trabajo y la boda. Y la verdad que sí eh, suena anticuado pero la verdad que sí me ha pasado mucho, preguntas de “¿cuántos años tienes? No pues tanto. Ay te ves de menos, ¿pero estás soltera? No ¿Estás casada? No. Ah, ¿tienes hijos? No. O sea, ¿pero sí tienes novio?” ¡O sea la pregunta ya es como preocupado!” (Sandra).

Conclusión

Con lo anterior, pudimos dar cuenta de que existen tensiones entre ser adulto tradicional, ser joven y/o construir otras formas, éstas suceden desde los 25 hasta los 40 años de edad. En la mayoría de las entrevistas pudimos encontrar momentos en los que se definían como jóvenes y otros en los que se veían como adultos, sin embargo les costaba mucho asumirse dentro de la adultez.

Aún no hemos nombrado la categoría de otras formas de ser adulto, sin embargo, tomando en cuenta la manera en que los mismos entrevistados lo nombran, podríamos llamarles adultos jóvenes, entendido no como forma evolutiva, sino adjuntando la palabra joven significada como aquello que les permite ser adultos sin todas las características que la sociedad espera de un adulto.

Referencias

Alpízar Díaz, W. (Octubre de 2005). Hacia la construcción del concepto integral de adultez. REVENF: Revista Enfermería Actual en Costa Rica(10), 1-14.

Alpízar, L., & Bernal, M. (noviembre de 2003). La construcción social del as juventudes. Última década(019), 1-20.

Amigot, P. (2005). Relaciones de poder, espacio subjetivo y prácticas de lilbertad: análisis genealógico de un proceso de transformación de género. Tesis doctoral. Universidad Autónoma de Barcelona: Departamento de Psicología Social.

Bourdieu, P. (1988). Neoliberalismo: la lucha de todos contra todos. Recuperado el 6 de Junio de 2017, de El Clarín: http://old.clarin.com/diario/1988/04/13/i-01603d.htm

Bourdieu, P. (1990). La «juventud» no es más que una palabra. En P. Bourdieu, Sociología y cultura (págs. 119-127). México, D.F.: EDITORIAL GRIJALBO, S.A.

Butler, J. (1933). Cuerpos que importan: sobre los límites materiales y discursivos del «sexo». Buenos Aires: Paidós.

Elejabarrieta, F. (1997). El Método Lingüístico. Barcelona, Dpto de Psicología de la Salud y Psicología Social: Universidad Autónoma de Barcelona.

Monreal, M. d., Marco, M. J., & Amador, L. V. (2001). El Adulto: Etapas y Consideraciones para el aprendizaje. Eúphoros(3), 97-112.

Oliveira, O., & Mora, M. (julio-septiembre de 2008). Desigualdades sociales y transición a la adultez en el México contemporáneo. Papeles de Población, 14(57), 117-152.

Sánchez, C. (2007). Adultos que viven una segunda adolescencia. Recuperado el 27 de enero de 2017, de El Universall: archivo.eluniversal.com.mx/notas/437053.html

 

Dictamen

Artículo: PRÁCTICAS DE CUIDADO EN MUJERES JÓVENES FRENTE A LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO EN LOS ESPACIOS PÚBLICOS

A: DE FORMA

  1. Título:

Verificar si se ajusta al contenido del trabajo. Evitar las siglas y acrónimos. La extensión máxima será de doce palabras. Si expresa el contenido central del texto.

 Tiene 16 palabras, pero no podría tener menos.

 

 

  1. Resumen:

Debe contener: breve introducción, objetivo o propósito, método, hallazgos y conclusiones principales; con una extensión máxima de 250 palabras.

 

Tiene 461 palabras. Tiene una contextualización que puede ser parte de la introducción y parece innecesaria.

 

  1. Palabras clave:

Deben reflejar el contenido principal del trabajo, y facilitar la consulta electrónica.

 

Tiene cinco palabras clave que reflejan el contenido principal del trabajo.

 

  1. Coherencia interna del trabajo:
  2. a) Examinar la relación existente entre objetivos, metodología, resultados y conclusiones.

 

  1. b) verificar la organización de secciones y sub-secciones. Los títulos de las secciones y sub-secciones deben guardar relación con el contenido y la secuencia lógica del trabajo. Evitar el uso excesivo de sub-secciones.

 

La relación entre objetivos, metodología, resultados y conclusiones es pertinente.

Hay muchas sub-secciones.

 

  1. Bibliografía citada:

Pertinente y actualizada. En las referencias sólo debe aparecer la bibliografía citada.

 

Es pertinente y actualizada.

 

  1. Notas:

Sólo deben incluirse aquellas que contribuyan a una mejor comprensión del texto, evitándose el uso excesivo de las mismas.

No hay notas

 

B: De Fondo

Por favor califique el presente artículo de acuerdo a cada uno de los siguientes criterios

Originalidad

Excelente

Muy bueno……………………

Bueno…………………………..

Regular…………………………

Deficiente……………………..

Consistencia teórica

Excelente

Muy bueno………………. ……

Bueno……………………………

Regular………………………….

Deficiente………………………

 

Contribución al avance de la disciplina

Excelente

Muy bueno………….

Bueno……………………………..

Regular……… ………………….

Utilización de fuentes y/o bibliografía                

  Excelente…………………………

 Muy bueno……………………

Bueno…………………………….

Regular……………………………

Presentación

hallazgos, datos y/o resultados

Excelente

Muy bueno……….. ………….

Bueno……………………………..

Regular……………………………

Deficiente….

 

Redacción (claridad, estilo)

Excelente

Muy bueno……………………

Bueno……………………………..

Regular……………………………

Deficiente………………………..                                               

Calificación personal

Considero que el artículo debería ser:

Publicado en su estado actual………

Modificado

No publicado………………………………

Comentario global

La introducción es muy larga, igual que el resumen.

Los resultados pueden ser confusos por la forma de presentación.

El apartado de implicación podría ir como subapartado de metodología.

Modificaciones sugeridas

La ponencia es demasiado larga y hay cosas que hacen confusa la lectura y podrían omitirse.

En partes se habla en primera persona y en otras en tercera.

Hay subapartados en los que parece que ya terminó, pero después continúa.

Revisar en el documento las modificaciones sugeridas.